Que viajar es un placer lo habrás escuchado mil millones de veces.
Pero ¿Por qué?
¿Qué es lo que hace clic en nuestra cabeza para que nos guste tanto viajar?
Pues mira, sin entrar en ñoñerías de que: «Es que viajar enamora» o «Es que te llena el alma»…
Para mí, la gran respuesta la escuché de un arquitecto.
Sí, uno de esos profesionales que diseñan casas y te cobran un pastón por ello.
Un buen día estaba escuchando la radio en el coche, donde le hacían una entrevista a Mario Cortés, que es como se llama este arquitecto.
Él habló de que hay estudios desde los años 80, que demuestran que las personas que se tienen que recuperar de alguna hospitalización, lo hacen mucho más rápido cuando tienen vistas a paisajes con naturaleza.
Y es porque, en resumen, nuestro cerebro no está hecho para estar en interiores, aunque pasemos en ellos un 90% del tiempo.
Está hecho para estar fuera.
Para sentir la luz del sol en la cara.
El viento en las orejas.
Y hasta oliendo las meadas de los perros (y no tan perros) en las esquinas.
Hasta el simple hecho de ver un árbol verde con esa corteza marrón, ya puede liberar oxitocina y hacernos sentir cierta felicidad.
Además, el ser humano es curioso, le gusta moverse y descubrir.
Aunque haya algunos que no se quieran mover del sofá y solo esperen descubrir un nuevo canal en la televisión.
Estoy seguro de que nuestro cerebro está programado para estar en el exterior desde las cavernas, cuando no existía Amazon y había que salir fuera a cazar si queríamos comer.
Si salías fuera, cazabas y traías comida. Era bueno, era felicidad.
Si te quedabas dentro, la gacela no iba a venir sola para que te la comieras. Era malo, te morías.
Repito, por si no queda claro.
Es tan importante y a nuestro cerebro le gusta tanto estar en el exterior, que hasta gente postrada en una cama en un hospital se recupera antes si tiene vistas a la naturaleza.
Es muy grande esto.
A ver, por suerte, a día de hoy tenemos muchas facilidades.
Ya no tienes que cazar tu comida.
Y lo tenemos casi todo en un móvil, incluso el irte de viaje.
Por ejemplo, te puedes apuntar a cualquiera de nuestras escapadas simplemente mandándonos un WhatsApp.
O pulsando un botón en nuestra web.
De esa forma, tienes la experiencia de viajar, pero cómodamente.
Sin tener que organizar ni preocuparte por nada, solo de echar la maleta.
Así le das una alegría a tu cerebro y le quitas el estrés de estar organizando cosas, que ya nos ocupamos nosotros de eso.
Y justamente para quitarte estrés, sobre todo en estas fechas navideñas, tienes nuestro especial Fin de Año.
Así solo te preocupas por pasarlo bien en muy buena compañía y comer de lujo.
Sin tener que salir ni al supermercado.
Aquí te lo ponen todo por delante.
Si eso no es un lujo en estas fechas…
Para apuntarte, es aquí.
FIN DE AÑO EN HOTEL ALMERIMAR 4*.
¡Que tengas una gran vuelta del puente!
PD: Además de salir por ahí a viajar, es muy importante darse todos los días un paseo, así mantenemos engrasada la máquina y no se queda atrofiada.