No esperes a que pase para darte cuenta

Quiero ponerte la breve historia que me han contado esta mañana.

 

Me la podría inventar, pero no.

Es de verdad y me ha dicho que puedo contarla, solo que no diga su nombre real.

 

Me llama Josefina (recuerda, inventado) porque estaba interesada en hacer un viaje.

 

En principio, el de Marisco a lo Bestia, por darse la mariscada y luego estar de hotel por ahí.

 

Me comentaba que su marido nunca ha sido de viajar mucho, que siempre era más de estar en casa, hasta que lo han prejubilado por un accidente que tuvo en la fábrica donde trabajaba.

 

Desde entonces, se ha dado cuenta de que ha pasado mucho tiempo sin vivir y sin disfrutar.

 

Antes siempre estaba del trabajo a casa y de casa al trabajo. Y cuando tenía vacaciones, solo le apetecía estar empotrado en el sofá de casa.

 

Sin embargo, ahora sí le apetece más salir, hacer viajecitos…

Por lo que Josefina, al ver nuestra publicidad de Facebook, me llamó para hacerme algunas preguntas y luego hablarlo con él por si finalmente se venían.

 

La verdad, no sé si finalmente se apuntarán o no.

 

Pero tristemente, es una historia que veo reflejada a menudo.

 

En este caso ha sido un accidente en una fábrica. Pero he escuchado historias de ataques al corazón, cánceres, y otras enfermedades muy graves.

 

Y todo eso, por desgracia, es casi inevitable.

 

Lo que no es inevitable es hacer algo más y disfrutar un poco de la vida.

 

Da igual que tengas más dinero o menos, no hace falta irse muy lejos.

 

Puedes coger tu coche un fin de semana, llevarte unos bocadillos e irte a visitar un pueblo que esté cerca.

 

Sin más complicación.

 

O también gastarte miles de euros en un viaje a Japón.

 

Hay experiencias para todos los gustos y todos los bolsillos.

 

Por mi parte, lo único que te aconsejo, es que no esperes a que pase algo grave en tu vida para darte cuenta de que tenías que haber viajado y disfrutado más.

 

Te puedo asegurar de que el 99% de la gente con la que hablo y que ha vuelto de un viaje, viene más feliz de lo que salió de su casa.

 

El haber comido algo distinto, ver a otra gente, monumentos, pueblos, ciudades, aprender sobre esos sitios… da una gran sensación que llena y que te llevas en ti mismo.

 

Por ejemplo, la última vez que sacamos esta escapada a Marisco a lo Bestia y el Levante Almeriense, todos volvieron supercontentos.

 

Ya no solo por la mariscada en el restaurante, sino también por los demás pueblos que se visitaron y lo completo que estuvieron esos 3 días.

 

Y ahora, volvemos a repetirlo, claro está.

 

Aquí venimos a reírnos, bailar, comer bien, y disfrutar unos pueblos encantadores.

 

Como tiene que ser.

 

ESCAPADA MARISCOS A LO BESTIA.

 

¡Que tengas un gran lunes!

 

PD: Este viaje es muy completo, incluye el desayuno en ruta, el restaurante, estancia, todas las comidas… Vamos, que no tienes que preocuparte por nada más.

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